Estrategias para ecommerce en tiempos del coronavirus
Las marcas deben hacer todo lo posible por potenciar sus estrategias de marketing digital
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(más…)La gran cantidad de datos que manejamos en soportes digitales ha hecho que la época que vivimos sea llamada la era de la información, y por esta razón la importancia del mantenimiento informático es cada vez mayor. Prevenir una falla en los sistemas o recuperar su funcionalidad cuando esto ocurre es crucial para la buena marcha de la empresa.
(más…)Es frecuente que, ante una actualización de software, por ejemplo, tendamos a aplazar dicha instalación por pensar que tenemos cosas más urgentes de las que ocuparnos. Sucede en el ámbito doméstico, pero también en el terreno profesional. Sin embargo, tenemos que se conscientes que desatender nuestras plataformas IT puede poner en riesgo no solo ese software, sino muchas otras cosas, como explicamos a continuación.
(más…)A lo largo de los años han ido surgiendo diferentes tecnologías de almacenamiento físico. Cada una de ellas tiene sus ventajas y desventajas, y éstas definirán claramente los mejores usos que podemos darles. ¿Cuál es la mejor tecnología de discos duros? Como podemos imaginar, la respuesta dependerá de nuestras necesidades. Hoy vamos a hablar de las diferentes tecnologías actuales, sus pros y contras y cuál elegir en función de lo que deseamos conseguir.
(más…)El 80% de los usuarios reconoce perder la confianza en negocios con errores de adaptación de los idiomas. Son los usuarios internacionales los más reticentes.
Un análisis realizado por la consultora Hexagone, revela que el 80% de los ecommerce españoles tienen errores importantes de traducción en su web lo que puede ocasionar pérdidas de beneficios de hasta un 15% en las ventas.
Las compras desde el extranjero suponen hasta un 17% de los beneficios de los ecommerce, sobre todo en cuanto a volumen y ticket medio. Los extranjeros gastan un 18% más que la media nacional a través de ecommerce ya que están dispuestos a pagar un porcentaje más por compra internacional, envío y servicio de atención.
Big Data es un término que sirve para describir grandes volúmenes de datos de diferentes procedencias, y tales que su captura, gestión, procesamiento o análisis son complejas o difíciles de conseguir mediante las tecnologías y herramientas convencionales. El concepto de Big Data no solo se refiere al volumen de datos en bruto, aunque este suele partir de los 30-40 TB hasta varios Petabytes. Para entender la complejidad del Big Data nos debemos fijar en otras variables como su procedencia, su condición de datos no estructurados —en un gran porcentaje—, la velocidad de adquisición, el grado de veracidad de los datos o el valor de negocio que contienen.
El RGPD (Reglamento General de Protección de Datos) requiere que las empresas protejan los datos personales de sus clientes y empleados en todas las etapas de su ciclo de vida. Cumplir con estos requisitos es, a veces, un reto de grandes proporciones. En un entorno Cloud, al cual migran cada vez más empresas, cumplir con estas exigencias no es muy diferente a hacerlo en cualquier otro entorno, pero tiene sus particularidades.
Se llama backup, copia de seguridad o copia de respaldo, al proceso de copiar los datos originales de una organización en una ubicación segura. De esta manera, si se produce la pérdida de dichos datos originales será posible recuperarlos con facilidad. Esta tarea es crítica y debe realizarse con asiduidad, pero ¿qué consecuencias afrontamos si no hacemos backups periódicos? Te lo contamos a continuación.
No importa el tamaño de nuestra empresa, ni siquiera importa si somos una empresa o un único profesional autónomo. Tener un respaldo para nuestros datos es imprescindible porque éstos pueden desaparecer en un segundo, o menos. Un día encendemos nuestra máquina y observamos un fallo crítico que provoca, de manera irreversible, que hayamos perdido todo lo que teníamos almacenado.
La primera consecuencia es que esos datos perdidos jamás volverán. Es posible que podamos salvar algo de nuestros discos duros gracias a las herramientas de recuperación de datos dañados, pero ni son la solución ideal, ni es posible recuperarlo todo. Veamos qué otras consecuencias mucho más graves vamos a tener que afrontar.
Impacto directo en los beneficios y en el futuro del negocio
Una consecuencia grave es que, si perdemos los datos, vamos a dedicar tiempo y recursos en recuperarlos de una u otra manera, y esto afectará a nuestra producción, beneficios o incluso a la viabilidad futura de la empresa. En algunos casos, la pérdida de datos puede significar que perdemos, literalmente, a todos nuestros clientes.
Si perdemos todos los datos personales, de contacto, de historial de compras o contrataciones de nuestros clientes, el caos y las pérdidas económicas serán inevitables. Esto significa que perderemos todo el valor que con tanto esfuerzo hemos ido acumulando y tendremos que empezar de cero. Y eso se traduce en unas pérdidas incalculables que pueden llevar a la organización a la ruina.
En otros casos, podemos perder una parte de estos datos o documentos. Tendremos que recuperarlos de alguna manera, por ejemplo, contactando con nuestros clientes para obtener copias de documentos. Y esto nos lleva al siguiente punto.
Impacto en la reputación de la marca
Si no realizamos copias de seguridad y ocurre algo que implique la pérdida irreversible de los datos, estaremos perdiendo reputación. Es una consecuencia directa y muy fácil de entender, puesto que si solicitamos a un cliente un documento, un dato, un desarrollo —por ejemplo, un contrato, sus datos personales o de su empresa, o cualquier contenido que hayamos hecho—, nuestra credibilidad se verá en entredicho.
Esos clientes que antes confiaban en nuestro buen hacer ahora tendrán sus reservas y empezarán a buscar proveedores alternativos, con mayores garantías de fiabilidad. Todo el trabajo realizado durante años se verá comprometido en poco tiempo.
Problemas legales con las normativas de protección de datos
Las normativas como el Reglamento General de Protección de Datos son cada vez más restrictivas. No solo hablamos de todas las obligaciones que deben cumplir las empresas que recogen y utilizan datos personales, sino de las obligaciones técnicas que se deben cumplir.
En caso de no realizar copias de seguridad regularmente y de acuerdo con los preceptos que se incluyen en el RGPD —y que ya estaban presentes en la LOPD— podemos meternos en líos no solo por cuestiones de sanciones económicas, sino que podemos ofrecer justificaciones más que probables para ser objeto de inspecciones más en profundidad.
Costes directos elevados
Si antes hablábamos del perjuicio en cuanto a beneficios que podríamos afrontar, ahora nos centraremos en los costes directos asociados a la pérdida de los datos. En el caso más benévolo, ese en el que podemos recuperar los datos por completo, o parcialmente, el proceso para ello será costoso.
Esto tendrá un impacto directo en el negocio que habrá que sumar a la pérdida de capacidad productiva y a las probables multas y sanciones ya mencionadas. Por supuesto, nada nos garantiza que seamos capaces de volver al punto anterior al desastre. Las consecuencias para el negocio son impredecibles, pero como mínimo habrá una época de transición en la que trabajar mucho para recuperar el control de la situación, y seguir avanzando.
Falta de disponibilidad y accesibilidad a los datos
Si no se realizan backups periódicos podemos enfrentarnos a situaciones de indisponibilidad o de falta de accesibilidad a nuestros propios datos. Disponer de respaldo en la Nube, por ejemplo, nos permite estar en cualquier lugar y acceder a los datos en cuestión de segundos, siempre que dispongamos de conexión a Internet.
Lo contrario significa que estaremos a merced de la disponibilidad de otro colaborador que nos facilite los datos a través de un email, por ejemplo, con la consecuente ineficiencia y perjuicio para todos.
Conclusiones: por qué no hacer backup es mortal para una empresa
Perder los datos que tanto trabajo nos ha costado reunir a lo largo de años de trabajo es una de las peores cosas que le puede suceder a una organización. Esa pérdida supondrá un enorme paso atrás en todos los aspectos: desde el económico —por la pérdida de beneficios, de tiempo de desarrollo, por las multas y sanciones a las que nos exponemos y por los costes directos asociados— hasta el de la reputación.
No disponer de respaldo de los datos es equivalente a poner el futuro de la empresa en la cuerda floja. Cualquier incidente, un ciberataque, un incendio en nuestras instalaciones… implicará la pérdida irremediable de los datos y, casi con certeza, del negocio. Por eso es vital contar con los mecanismos necesarios para cumplir con la normativa y hacer backups periódicos, ya sea físicamente o confiando en un proveedor de servicios en la Nube con la capacidad de facilitarnos la vida en estas tareas.
Fuente: Arsys.es
Un escritorio virtual se refiere a un sistema informático que no se ejecuta directamente en la máquina a la que accede el usuario, sino a través de un software cliente —instalado directamente en un dispositivo terminal— que permite la interacción mediante los periféricos habituales. Se trata de una tecnología en la Nube que permite a los usuarios disponer de recursos —software y datos— sin que sea necesario que estén presentes físicamente en el dispositivo que están utilizando. Esto tiene un buen número de ventajas desde el punto de vista empresarial y de negocio, así como en lo referente a la seguridad y flexibilidad de la solución.
Los escritorios virtuales dependen de un software de virtualización. La virtualización es la creación de una versión virtual de algún recurso tecnológico mediante software. Este recurso tecnológico puede ser cualquier cosa, desde un dispositivo de almacenamiento, pasando por recursos de red o un sistema operativo completo.
La única restricción es que el sistema que soporta la virtualización debe disponer de recursos suficientes, como memoria RAM, velocidad de lectura, acceso y transferencia a disco, velocidad de procesador… Es decir, cada virtualización se apoya en recursos físicos específicos de una máquina real, y dichos recursos se reservan por completo para cada virtualización.
Existen dos tipos principales de escritorios virtuales: VDI y DaaS —no confundir con Data as a Service—. El primer tipo es Virtual Desktop Infrastructure, y se refiere a la tecnología que permite a las organizaciones ejecutarlos en máquinas virtuales instaladas en servidores on-premise o externas, como IaaS.
El segundo tipo es el Desktop as a Service, que ofrece básicamente lo mismo, pero con la particularidad de que el proveedor Cloud se encarga de dar recursos, crear imágenes o realizar las actualizaciones necesarias. Esta es la solución más indicada para un negocio, por una serie de ventajas que vamos a estudiar a continuación.
Beneficios principales de los escritorios virtuales
La principal ventaja de utilizar escritorios virtuales es que estos son entornos seguros y aislados. Todas las aplicaciones que utilicemos en ellos están instaladas en un servidor on-premise o en la Nube y no en el terminal desde el que trabajamos. Esto significa que los riesgos asociados al robo, corrupción de datos o avería del dispositivo final se reducen enormemente.
Por otro lado, elimina la complejidad en la administración del inventario de hardware, las versiones y los parches del sistema operativo, la securización del puesto de trabajo y los accesos remotos, entre otras funcionalidades.
Esto hace, además, que los escritorios virtuales sean una herramienta ideal para los desarrolladores. Al ejecutar diferentes entornos desde un mismo terminal, si un cambio en una aplicación provoca un fallo crítico, o tiene consecuencias inesperadas que impliquen una catástrofe en la máquina o sistema operativo, solo afectará a la virtualización y no al equipo físico. De la misma manera, los desarrolladores pueden probar las aplicaciones en diferentes entornos desde una misma máquina.
Desde el punto de vista empresarial, el escritorio virtual resuelve algunos problemas de compatibilidad de aplicaciones. Si existe una actualización de sistema operativo en la empresa, pero ciertas aplicaciones de uso común solo funcionan en versiones anteriores de dicho sistema, se pueden crear escritorios virtuales para solucionar este problema. De este modo, es posible seguir utilizando las aplicaciones habituales de manera transparente para el usuario.
Podemos resumir otras ventajas de los escritorios virtuales, desde el punto de vista del usuario en una empresa u organización:
- Máxima rapidez y flexibilidad, puesto que los recursos se asignan de manera dinámica y automática. Se necesitan pocos minutos para desplegar un escritorio virtual con todas sus aplicaciones.
- Es una solución escalable, que permite dar respuesta rápida a una alta demanda o picos de trabajo. De igual manera se puede disponer de manera inmediata de nuevos puestos de trabajo si se requieren.
- Mejora la productividad, ya que el usuario accede a las aplicaciones que necesita configuradas para su perfil, y desde cualquier lugar.
- Son herramientas perfectas para expandir una organización a través de sucursales u oficinas remotas. También favorecen el teletrabajo, puesto que basta con una conexión a Internet para acceder a un entorno seguro, idéntico al del puesto de trabajo habitual.
- Gran seguridad: alta disponibilidad, backup, encriptación SSL, antivirus, redundancia, SLA muy elevado.
DaaS vs. VDI
Desde el punto de vista práctico, los escritorios virtuales ahorran costes de hardware. No es necesario invertir en máquinas potentes, ni en costosos servidores, así como no es necesario disponer de datacenters on-premise, ni de estancias acondicionadas para ello. Todo está en la Nube, y es responsabilidad del proveedor del servicio disponer de los recursos necesarios, y proveer de la seguridad, accesibilidad, fiabilidad y flexibilidad necesarias.
La solución clásica de VDI tiene sus ventajas, pero las desventajas acaban pesando más: complejidad en los procesos de implementación, grandes inversiones iniciales necesarias en infraestructuras y otro problema de índole técnica hacen que la solución basada en la Nube la supere claramente.
Podemos decir, por lo tanto, que el DaaS conlleva más ventajas para las empresas que el modelo VDI. DaaS proporciona escritorios virtuales operativos, es decir, su coste se basa en un modelo de suscripción o pago por uso, en lugar de un modelo de licencia perpetua, pero sobre todo evitamos el coste de mantenimiento, actualización y administración local, y también el de los servidores, dispositivos de almacenamiento y Centro de Datos.
Con DaaS, el cliente puede centrarse en la gestión de usuarios, de las políticas de uso y del mantenimiento de sus aplicaciones y no tiene que preocuparse de temas más técnicos como la provisión de recursos, instalación y configuración de componentes y demás tareas, de las que se responsabilizará el proveedor del servicio.
Fuente: arsys.es