¿Qué es y para qué sirve AdWords?
AdWords es como se conoce a la enorme plataforma de publicidad de Google, que permite poner anuncios en los resultados del buscador y también en muchas otras páginas web asociadas. Aunque se le sigue llamando AdWords, en 2018 el nombre cambió a Google Ads de forma oficial.
Actualmente AdWords representa la principal fuente de ingresos para Google, y es casi obligatorio para cualquier marca anunciarse en el sistema. Ya no solo para las grandes empresas, cada vez más negocios locales buscan hacerse un hueco en Internet con AdWords.
Los anuncios con imágenes y animaciones en las webs asociadas a AdWords tienen más sentido para promocionar productos de elevadas ventas. En cambio, los anuncios de texto que aparecen en el buscador de Google, antes de los resultados normales, son muy flexibles.
Y es que los anuncios se basan en la búsqueda del usuario: si escribe «comprar iPhone» puede ver publicidad oficial de Apple, pero si escribe «restaurante vegano Madrid» le saldrían anuncios de establecimientos en la ciudad.
Aunque los Facebook Ads (que incluyen Facebook e Instagram) han arrebatado parte del mercado a la gran G, la enorme popularidad del buscador de Google supone que AdWords siga siendo una de las piezas clave de Internet tal y como hoy lo conocemos.
Vamos a profundizar en cómo funciona AdWords y para qué sirven sus diferentes opciones, porque una red de publicidad que abarca desde grandes multinacionales a negocios de barrio tiene mucho que conocer.
Anuncios en el buscador
La «joya de la corona» de AdWords es la posibilidad de salir en el buscador de Google cuando un usuario hace una consulta, en una sección especial por encima de los resultados normales (también llamados «orgánicos»), lo que da mucha visibilidad a los anunciantes.
AdWords se vincula a las palabras que busca el usuario, por lo que los anuncios tienen más posibilidades de recibir un clic y conseguir el objetivo de la empresa, ya sea vender algo online, que vayamos a una de sus tiendas o, sencillamente, darse a conocer.
Ya hemos explicado que Google no permite pagar por el posicionamiento, si queremos tener la seguridad de que vamos a salir arriba en las búsquedas, tendremos que recurrir a una campaña de AdWords.
Por ejemplo, si buscamos las palabras «cerrajero 24 horas Barcelona» en Google lo primero que veremos es esto:
Muchas personas hacen clic en el primer o segundo enlace que aparece, así que conseguir ese lugar gracias a AdWords supone para las empresas mayor visibilidad y ventas.
El caso de un cerrajero 24 horas es un ejemplo paradigmático: si hacemos esa búsqueda es que necesitamos sus servicios urgentemente, así que probablemente vamos a pinchar en uno de los primeros enlaces y contratar sus servicios.
AdWords muestra 3 o 4 anuncios antes de los resultados reales de Google y, en muchas ocasiones, a continuación sale contenido adicional, como un recuadro con información de Google Maps.
En consecuencia, los resultados no publicitarios acaban muy por debajo, y un considerable número de internautas no llega siquiera a verlos, sino que entra en un enlace de AdWords o en el recuadro con contenido especial.
Al final, las empresas se ven «obligadas» a pagar campañas en AdWords para ser visibles en Google, incluso compitiendo entre ellas por esos espacios, lo que en último término infla los precios, siendo ese uno de los principales motivos de la gran rentabilidad de Google.
Display, anuncios en toda la web
AdWords tiene otra vertiente muy popular llamada Display, en la que colabora con páginas web para mostrar la publicidad de sus anunciantes. Básicamente, AdWords hace de intermediaria entre ambas partes, de forma que el proceso se facilita mucho.
Los dueños de la web pueden unirse al programa AdSense, por el que ceden espacios denominados «banners» para que AdWords los gestione, con unas dimensiones estandarizadas en su número de píxeles.
Este sería un tipo de banner habitual en estos casos:
Google colocará ahí los textos, imágenes y animaciones que soliciten sus clientes, y compartirá parte de los ingresos con los dueños de la web. Los anunciantes pueden decidir si pagan por cada anuncio mostrado, o bien solo si recibe un clic, aunque en principio estos precios se ajustan para hacerlos equivalentes entre ellos.
Las campañas Display en las webs son muy útiles para crear una imagen de la marca o darnos a conocer. Por ejemplo, si un fabricante de móviles llega a un nuevo país, le vendría bien hacer una campaña apareciendo en muchas webs, no pensando en las ventas a corto plazo, sino en que los consumidores lo conozcan.
Para los anunciantes, esta posibilidad les permite llegar a muchísimos medios, pequeños y grandes, trabajando solo con AdWords. Google controla bastante bien el contenido de cada web y los perfiles de los usuarios, así que asigna los banners de manera optimizada.
De este modo, una web de cocina recibirá anuncios de alimentos, una de atletismo de ropa deportiva y una con contenido extremista seguramente será detectada por AdWords y expulsada de la red.
Además, Google tiene perfiles muy concretos con los datos personales de cada usuario, que le sirven para mostrarnos productos que nos interesen, ya sea de acuerdo a nuestro historial de búsquedas, compras anteriores y navegación web, o usando datos más generales, como edad, sexo y país de residencia.
Más opciones con la llegada de Google Ads
El nombre original de AdWords hace referencia a los anuncios del propio buscador, que solo incluyen texto para no recargar las páginas. Cuando en 2018 la plataforma cambió de nombre a Google Ads las opciones ya habían crecido mucho.
Actualmente, uno de sus medios clave es YouTube, que se integra en Google Ads, si bien nadie suele relacionarlo con AdWords, porque es posterior. También la tienda de aplicaciones Play Store de Android ofrece anuncios, al igual que Google Maps, ampliando la oferta.
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Fuente: elgrupoinformartico.com